¿MIEDO AL QUIRÓFANO?
- Dr. José Francisco Morales-Ruthmann
- 23 sept 2021
- 4 Min. de lectura
Actualizado: 2 mar 2024

Dudas, temores, miedos, inseguridad... El miedo es libre y cuando lo que tenemos por delante es entrar a un quirófano para someternos a una cirugía estética, es normal que todo tipo de preocupaciones relacionadas con la anestesia, el dolor, la recuperación y por saber si la cirugía tendrá el resultado esperado, se junten y provoquen ansiedad, estrés, angustia y hasta ataques de pánico, que tendrán diferentes consecuencias físicas y emocionales: afectar la tensión arterial y/o la frecuencia cardiaca, debilitar el sistema inmunológico, insomnio, irritabilidad, uso excesivo de analgésicos y psicofármacos, que pueden complicar o hacer más difícil la recuperación, e incluso perjudicar los resultados de la operación.
En mi experiencia de más de 20 años como médico, cirujano general y cirujano plástico, he comprobado que cuando los pacientes tienen una actitud positiva y realista respecto a la cirugía y los resultados, están anímicamente tranquilos y estables, y se preparan mental y emocionalmente para su intervención quirúrgica, no sufren ansiedad, pasan un postoperatorio más corto, sencillo y agradable, soportan mejor el dolor y, en consecuencia, obtienen mejores resultados.
¿Cómo controlar el miedo y la ansiedad antes de la cirugía?
Es esencial que confíes en tu cirujano, en el/la anestesista del caso y en todo el personal de salud que te atenderá y cuidará durante el preoperatorio, el día de tu cirugía y en el postoperatorio. Ten en cuenta que llevamos muchos años estudiando y preparándonos para hacer lo que estamos haciendo, hemos realizado múltiples intervenciones quirúrgicas y estamos aquí por y para nuestros pacientes. Así que nosotros también estamos interesados en cuidarte, en que la cirugía salga correctamente y obtengas los mejores resultados.
Revisa qué te genera estrés, ansiedad o miedo. Identifica los pensamientos irracionales y catastróficos, y sustitúyelos por pensamientos conscientes y positivos. Si vas a pensar en el futuro, que sea en cosas bonitas y positivas, y no en tragedias que no han ocurrido y no tienen por qué ocurrir. No permitas que tu mente te lo haga pasar peor que la propia operación. Debes convencerte y tranquilizarte pensando que todo va a ir bien. Tener pensamientos positivos te ayudará a conseguir la seguridad que tanto necesitas, alejar los miedos y el estrés. Visualiza lo bien que lucirás con tu nueva imagen y todas aquellas cosas positivas que harás una vez te recuperes. Repitete a ti mism@ tantas veces como sea necesario:, “todo va a salir bien”.
El cambio de tu aspecto físico debe ser tu decisión. En ocasiones, permitir que la opinión de terceros influya más de la cuenta, no es sano y te puede traer angustias adicionales. Rodéate de personas positivas, que apoyen tu decisión y te transmitan buenas vibras y seguridad. Y recuerda: confía en tu cirujano, es el único que realmente puede brindarte las orientaciones adecuadas.
Procura hacer ejercicios o, al menos, salir a caminar una hora al día. Te ayudará a eliminar el estrés y tu cuerpo estará más oxigenado.
Los días previos a la operación es necesario seguir una dieta saludable. Evita hacer comidas pesadas e incluye proteínas, hidratos de carbono y verdura para aportar todos los nutrientes que tu organismo requiere.
Los remedios naturales, como las infusiones de tilo, valeriana o manzanilla, pueden ayudarte a estar más relajad@.
Si fumas habitualmente, debes dejar de hacerlo durante al menos seis semanas antes de la cirugía. El objetivo es oxigenar mejor los tejidos, cicatrizar mejor y evitar complicaciones respiratorias durante la cirugía.
Trata de dejar solucionados con antelación todos los asuntos personales y laborales, de manera que cuando llegue el momento, puedas estar tranquil@, relajad@ y concentrar toda tu atención en ti y en tu recuperación.
Unos minutos diarios de meditación, yoga, mindfulness y/o ejercicios de respiración pueden ayudar a relajar la mente. De esta forma, acudirás más tranquil@ a la cirugía y durante el postoperatorio solo te preocuparás de recuperarte.
Meditación de la respiración: Al meditar con respiración se eliminan todo tipo de distracciones, lo que mantendrá tu mente en calma. Conseguirás una increíble sensación de relajación y paz interior y lograrás que tu estrés y tu ansiedad se reduzcan en gran medida. Gracias a este ejercicio podrás pensar en forma clara y aplicar la lógica.
Meditación de conciencia plena de la ansiedad y el miedo: Ambos fenómenos emocionales son normales y esperables en estas circunstancias, pero en dosis muy elevadas pueden provocar agitación mental y agitación física. Al centrar la mente en el presente puedes focalizar la atención para detectar qué hacer frente a estas emociones. La propuesta es: ¿puedo aceptarlas, abrazarlas, no negarlas y revalorar la amenaza que estoy hiperactivando? ¿Puedo asumirme como un observador objetivo de mi propio sufrimiento, intentando equilibrar este desajuste emocional?
Piensa que el objetivo es que el día de la intervención estés feliz, tranqui@, fresc@, descansad@ y sin miedo.
Y, por último, recuerda que TÚ ERES EL/LA PROTAGONISTA Y ESTRELLA DEL EQUIPO, por lo que tienes un papel principal y requerimos de tu participación y colaboración para alcanzar todos los objetivos propuestos. Es muy importante que mantengas una actitud positiva y sigas las recomendaciones médicas al pie de la letra, para que este proceso sea sencillo, agradable y tenga un final feliz y exitoso, que sea sólo el comienzo de muchos cambios fabulosos en tu vida. Piensa y se consciente de todo lo que has logrado y superado para llegar a este día… que eres fuerte, capaz, valiente y decidid@… Ten fe y confianza en ti mism@, en tu equipo médico y en que todo saldrá perfecto, mejor de lo que te has imaginado... Todo lo que necesitas para lograr tus objetivos, ¡ya está en ti!
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